miércoles, 10 de marzo de 2010

Fondo Monetario Europeo

Cada vez que la RD o cualquier otro país caía en problemas para pagar sus deudas, la recomendación invariable de la Unión Europea (UE) era que ese país acudiera al FMI en busca de ayuda, y condicionaba los créditos del Banco Mundial, los programas bilaterales y las negociaciones en el llamado "Club de Paris" al visto bueno del FMI al plan de austeridad que solía serle impuesto al país en dificultades.Pero ahora que es uno de sus miembros, Grecia, el que está en problemas, con Portugal, España y otros en lista de espera, la UE ha rechazado las ofertas de ayuda del FMI y está considerando crear un Fondo Monetario Europeo (FME), cuya propuesta estará lista para fines de junio.
La iniciativa viene de Francia y Alemania, los dos grandes del segmento de la UE que usa al euro como moneda.Hay quienes opinan que fue un error dejar que países "irresponsables" como Grecia entraran en la eurozona, lo que impide usar la devaluación de la moneda como instrumento correctivo, sin contar con un fuerte mecanismo para sancionarlos.Pero ya están dentro y los grandes de la zona quieren tener un organismo, controlado por ellos, que dicte políticas y proteja al euro. Una vez el país infractor aplique esas políticas, el FME podría emitir bonos que entregaría a los inversionistas a cambio de los valores del país en cuestión.
En lo que a malas ideas se refiere, el FME ocupa un lugar especial. Va en contra de la globalización financiera que la UE ha defendido y usado en su provecho. Denota una doble moral respecto de los correctivos a los problemas. Y revela la desigualdad que existe dentro de la eurozona.
El Banco Central Europeo, que se ha opuesto a la intervención del FMI, también se opone al FME, pues teme que abra la puerta para "acomodar" los desequilibrios de los miembros de la zona, lo cual considera que socavaría al euro en lugar de protegerlo.
gvolmar@diariolibre.com

martes, 9 de marzo de 2010

AIG vende ALICO

Diario Libre: Gustavo Volmar

Se anunció ayer que la compañía aseguradora AIG, rescatada de la quiebra en el 2008 por el gobierno estadounidense, venderá su subsidiaria ALICO a MetLife por 15,500 millones de dólares en efectivo y valores.ALICO se dedica a la venta de seguros de vida en 55 países del mundo. En América Latina tiene filiales en Argentina, México, Venezuela, Uruguay, Chile, Perú, Colombia y Panamá, y hace algunos años operó en la RD también.
Con esta transacción, AIG completa la venta de las dos principales empresas a través de las cuales ofrecía seguros de vida fuera de los Estados Unidos, pues hace apenas unos días anunció que vendería su filial asiática AIA a la compañía inglesa Prudencial por 35,500 millones de dólares.AIG está vendiendo para poder pagarle al gobierno parte de los US$182,300 millones del rescate. Recibirá, en efectivo, US$6,800 millones por ALICO, que se añadirán a los US$24.7 mil millones que obtuvo por AIA, para un total de US$31,500 millones. A medida que vaya vendiendo los valores recibidos como parte de la venta, irá haciendo otros pagos al gobierno.
MetLife, que es ya la mayor empresa de seguros de vida en los EE.UU., fortalecerá sus operaciones en Europa, Asia y Latinoamérica. Preocupa, sin embargo, la situación en Japón, principal centro de operaciones de ALICO y segundo mayor mercado mundial de seguros de vida, cuya tasa de crecimiento demográfico es muy baja, lo que implica que la edad promedio de la población está aumentando continuamente.Con la compra, el porcentaje de negocios de MetLife fuera de los EE.UU. pasará del 15% actual al 40%.
Las ventas anunciadas por AIG demuestran que los rescates no son gratuitos y tienen consecuencias. Desprenderse de sus subsidiarias es, por supuesto, una decisión dolorosa para AIG. Pero para una compañía que sin el rescate hubiera desaparecido, la decisión es realmente un mal menor.

lunes, 8 de marzo de 2010

El proteccionismo ha disminuido pero sigue al acecho, según la OMC

Por John W. Miller

BRUSELAS— El proteccionismo por parte de gobiernos nacionales comenzó a disminuir en el cuarto trimestre de 2009, pero sigue siendo una gran amenaza para la economía mundial, según un nuevo informe de la Organización Mundial del Comercio. Una copia del documento, que fue co escrito por funcionarios de la OMC, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y las Naciones Unidas, y que será enviado a los gobiernos que componen el Grupo de las 20 economías líderes el lunes, fue analizado por The Wall Street Journal.

El documento de 85 páginas es un intento de la OMC, con sede en Ginebra, de contrarrestar lo que sus funcionarios afirman son informes muy pesimistas en los medios sobre una ola de aumentos de aranceles, restricciones a las importaciones, subsidios y otras medidas proteccionistas. A la vez, la OMC continúa advirtiendo que el proteccionismo aún es un riesgo que podría impedir que el comercio repunte tras su caída de 12% en 2009, el bajón más pronunciado desde la Segunda Guerra Mundial. La OMC sostiene que el comercio de bienes sigue estando relativamente libre de impedimentos. Entre septiembre de 2009 y febrero de 2010, la participación de importaciones afectada por medidas proteccionistas fue de sólo 0,4%, de 0,8% entre octubre de 2008 y octubre de 2009, reveló el informe.

Más buenas noticias: los países no impusieron ninguna medida directa para restringir el comercio de servicios. La cantidad total de investigaciones antidumping, que a menudo llevan a aumentos de aranceles de importación, cayó en 2009 a 152, de 193 en 2008.

La OMC indicó que una meta del Grupo de los 20 de lograr que estén disponibles US$250.000 millones en financiación comercial ha sido cumplida, principalmente a través de agencias nacionales de crédito a la exportación. El precio promedio de cartas de crédito en economías emergentes grandes como Brasil, China e India bajó a 0,7%-1,5%, de 1,5%-2,5% un año atrás. Algunos gobiernos también redactaron nuevas leyes que, de hecho, alientan la inversión extranjera. Australia, por ejemplo, acordó permitir que capitales extranjeros sean dueños de aerolíneas domésticas. China emitió un decreto que facilita que los extranjeros inviertan y que permite que algunas firmas de abogados extranjeras se establezcan en el país.

Sin embargo, hay abundantes datos en el informe para disipar la autosuficiencia. Veintisiete millones de persona perdieron sus empleos en 2009, indica el informe, lo que lleva el número total de desempleados a 200 millones, un máximo histórico. “Las experiencias pasadas muestran que períodos prolongados de pérdidas de empleos y desempleo son uno de los principales disparadores de políticas más restrictivas”, señala el informe.
Los flujos de ingreso de inversión extranjera directa cayeron de US$1,7 billones (millones de millones) en 2008 a alrededor de US$1 billón. La cantidad de barreras comerciales no arancelarias notificadas a la OMC aumentaron de 1.272 en 2008 a 1.489 en 2009. China se destacó, al imponer 80 nuevas restricciones de seguridad entre septiembre de 2009 y febrero de 2010.
WSJAmericas.com

miércoles, 3 de marzo de 2010

La UE paga caro su pecado original...

Por Stephen Fidler y Charles Forelle
WSJ Américas.

No está equipada para sancionar a los países que, como Grecia, no cumplen sus reglas fiscales

Algunos europeos acusan a las transacciones financieras orquesta-das por los bancos de inversión de Wall Street de haber causado la crisis que tiene a Grecia al borde de obtener un rescate financiero. Sin embargo, un mirada más detenida a las finanzas del país durante los diez años transcurridos desde su adopción del euro no sólo revela que Atenas es el principal responsable de sus problemas, sino que otros gobiernos y organismos de la Unión Europea (UE) prefirieron hacerse los de la vista gorda respecto a las reiteradas y flagrantes violaciones griegas de las normas del bloque.

Aunque la Comisión Europea y la Reserva Federal de Estados Unidos examinan un polémico canje de 2001 organizado por Goldman Sachs Group Inc., las propias maniobras presupuestarias griegas, que violaron las normas de la UE, minimizan el impacto de esta clase de transacciones. Crisis financieras como la que atraviesa Grecia debía ser frenada por un acuerdo orientado a impedir que el despilfarro de algún miembro perjudique la moneda. El pacto exige que los países de la zona euro limiten sus déficits fiscales anuales a 3% del Pro-ducto Interno Bruto (PIB) y la deuda pública total a 60% del PIB. No obstante, un examen de los in-formes presupuestarios que Grecia envió a la UE muestra que el déficit fiscal de Atenas estuvo por encima del 3% del PIB en todos los años, salvo 2006.

Tampoco ha estado dentro de 30 puntos porcentuales del tope de la deuda pública. Grecia ha revisado sus cifras fiscales, siempre al alza, todos los años desde 1997, a menudo en forma significativa. En varias ocasiones, el número definitivo cuadruplicó el cálculo original. A finales del año pasado, Grecia inició la crisis actual al elevar substancialmente su previsión para el déficit fiscal de 2009 a 12,7% del PIB. La magnitud de estas revisiones empequeñece el impacto de las controvertidas operaciones de derivados que son investigadas por la UE. Grecia las habría utilizado para ocultar la verdadera salud de sus finanzas. El canje cambiario orquestado por Goldman Sachs permitió a Grecia reducir su déficit en una décima parte de un punto porcentual del PIB en 2001.

En comparación, Atenas no contabilizó ese año gastos militares del orden de los 1.600 millones de euros (US$2.200 millones), diez veces lo que ahorró con el canje cambiario, según Eurostat, la agencia de estadísticas de la UE. La crisis griega ha demostrado que los organismos financieros de la UE no tienen las facultades para obligar a los países miembros que se desvían del camino a ordenar su casa, señala en una entrevista Jean-Pierre Jouyet, presidente de la superintendencia francesa de bolsas. “Necesitamos nuevas herramientas para manejar estos desequilibrios, porque un pacto sin sanciones no basta”, dice Jouyet, quien también fue ministro de Finanzas de Francia.
Constantin Papadopoulos, secretario general para asuntos de economía internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores griego, asegura que el país ingresó legítimamente a la zona euro. “La idea de que Grecia hizo trampa para acceder a la zona euro se ha quedado pegada... en Europa y, puesto que se trata de una obra de propaganda bien hecha, es suma-mente difícil revertirla”, insiste. Papadopoulos enfatizó que la mayoría de las revisiones corresponden a la decisión del gobierno que asumió en 2004 de revisar la forma en que había contabilizado los gastos militares, que impactó el déficit fiscal de los últimos años del gobierno socialista. Eurostat, sin embargo, aclara que las revisiones fueron necesarias puesto que Atenas había “subestimado ampliamente” el gasto militar.

El país heleno no está solo: la mayoría de los miembros de la zona euro tampoco cumplió los requisitos de deuda y déficit durante varios años, muestran los informes. La crisis es consecuencia inevitable de una debilidad presente, según economistas e historiadores, en el euro desde su creación: la falta de una política fiscal coordinada que acompañara a la unión monetaria. El euro ha estado repleto de tensiones no resueltas desde su lanzamiento, señala David Marsh, autor de The Euro, un libro publicado en 2009 que relata el nacimiento de la moneda común.

La unión monetaria fue vista por algunos políticos como una forma de empujar a la UE hacia una unión política. Otros, en especial en Alemania, resaltaron la necesidad de ceñirse a una rectitud fiscal y monetaria. “Todo esto estaba escrito...”, indica Marsh en alusión a los problemas de Grecia. “Lo que está ocurriendo no debería extrañar a nadie”.Una vez que un país accede a la zona euro, no hay un mecanismo que lo obligue a seguir sus reglas. Eso se debe en parte a un compro-miso alcanzado en la cumbre de Du-blín, en 1996, que dejó la potestad de imponer multas a un país en manos de otros países del bloque. Esa fue una victoria para el entonces presidente francés, Jacques Chirac, sobre el canciller alemán, Helmut Kohl, quien era partidario de aplicar multas de forma automática. Desde entonces, ningún país ha sido sancionado por violar las reglas de la UE. Willem Buiter, economista jefe de Citigroup y ex miembro del Consejo de Política Monetaria del Banco de Inglaterra, califica al pacto de 1996 orientado a hacer cumplir las normas de deuda y déficit de la UE como “un tigre de papel”. “Es inefectivo”, señala, “porque por un momento creó la ilusión de que había zanahorias y garrotes capaces de cambiar la conducta fiscal de los estados miembros, cuando en realidad no había ni lo uno, ni lo otro”.

... y suma un nuevo dolor de cabeza: la deflación
Una prolongada caída en los precios dificultaría la recuperación de los países más débiles de la zona euro.

Los países europeos que luchan por tapar grandes agujeros en sus finanzas enfrentan un dolor de cabeza adicional: no hay suficiente inflación. Una prolongada caída en los precios, que los economistas llaman deflación, es una posibilidad real en algunos países de la zona euro, incluidos España e Irlanda, afirman analistas.

A otros, entre los que destaca Grecia, les esperan años de inflación muy débil. Un desenlace de este tipo podría dificultarles aún más a las economías más débiles de la zona euro a es-caparse del bajón. Como consecuencia, los gobiernos pasarían todavía mayores apuros para reparar sus presupuestos y reducir sus deudas públicas.“El riesgo de que España e Irlanda enfrenten un período muy largo de deflación es muy alto”, cuando la explosión de las burbujas inmobiliarias sigue afectando sus economías, apunta Jennifer McKeown, economista de la consultora Capital Economics en Londres. La combinación de alta deuda y precios menguantes dentro de las fronteras de la zona euro complicaría las esperanzas de una recuperación más amplia en el continente. España y otros países en la periferia del bloque fueron impulsores clave del crecimiento de la región en los últimos 10 años.

Encuestas difundidas hace poco mostraron que los fabricantes en España, Grecia e Irlanda recortaron los precios el mes pasado, siguiendo con una tendencia que ha cobrado impulso desde hace más de un año. En Grecia, cayeron a su ritmo más rápido en ocho meses, “a medida que la fuerte competencia continuó limitando a las empresas”, según Mar-kit Economics, que compila esta clase de datos. La producción industrial general en la zona euro se recuperó hasta alcanzar en febrero un máximo de 30 meses, impulsada por las exportaciones y el re-abastecimiento de inventarios locales.

Los precios al consumidor ya están bajando en Irlanda. España corre el riesgo de sufrir algo similar, afirman muchos economistas, ya que el desempleo en el país es de los más altos en la zona euro. Los precios al consumidor en Irlanda bajaron 2,6% frente a un año antes, la mayor precipitación en la zona euro. El consumo de los ir-landeses va en retirada, luego de que la recesión en el país impulsara la tasa de desempleados, que aumentó casi dos tercios, a más de 13% a fines de 2009.Los minoristas respondieron con una rebaja de precios. La campaña de 2009 de la cadena de supermercados Marks and Spencer, que puede traducirse como “Escuchamos y Rebajamos” (en referencia a los precios), redujo los precios de la ropa, los muebles y los artículos para el hogar en un promedio de 12%. Se prevé que los precios vuelvan a caer en 2010, según la Comisión Europea.

Para las empresas, precios más bajos para los bienes de consumo y los servicios a menudo significan menores ganancias. Para los gobiernos, menores ingresos tributarios, en especial en países europeos donde los impuestos por ventas o valor agregado conforman una gran parte de sus ingresos impositivos. Eso podría complicar los cálculos de por sí frágiles de Grecia, Irlanda y otros, en momentos en que intentan controlar sus déficits presupuestarios.

La deflación se produce cuando los precios a la baja se convierten en parte de la mentalidad de los hogares y las empresas, lo que los lleva a aplazar gastos, inversiones y contrataciones, dado que creen que los bienes, servicios y los empleados costarán menos en el futuro. Este tipo de expectativas y el comporta-miento cauto al que conducen pueden hundir a una economía en una especie de malestar como el que atrapó a Japón durante casi 20 años. Los economistas en general concuerdan en que, con moderación, el alza de los precios ayuda a llenar las arcas del gobierno y puede facilitar el pago de deuda soberana. El Banco Central Europeo afirma que la inflación anual en la zona euro de 16 países se ubica en alrededor de 1%. —Jonathan House, en Madrid, contribuyó a este artícutilo.

La Economía. El maleficio del desempleo a largo plazo hechizará la economía

Los años 2000 - que algunos llaman Los Nada (The Noughts) - terminaron en desempleo. Sólo unos 400,000 norteamericanos más fueron empleados en diciembre de 2009 comparado con diciembre de 1999, mientras la población creció cerca de 30 millones. Esta deprimente tasa de creación de empleos suscita la clara posibilidad de que la recuperación norteamericana de la última recesión acabe también en desempleo. Es casi seguro que la economía se expandió durante la segunda mitad del 2009, pero 800,000 puestos adicionales de trabajo se perdieron de todos modos.

Después de la recesión del año 2001, tomó cuatro años completos para que el empleo retomara su punto más alto. Debido a la escasez de trabajo, los salarios se estancaron mientras el costo de la vida subía, obligando a los hogares a tomar prestado para mantener su estándar de vida. De acuerdo a Raghuram Rajan, un economista de la Universidad de Chicago, esto creó el escenario para la más reciente crisis y recesión - una crisis, ocasionada en última instancia por el endeudamiento de los hogares. Si de hecho la actual recuperación es con desempleo, los salarios continuarán rezagados. Ya que los hogares en estos momentos virtualmente no tienen capacidad de endeudamiento, tendrán que conformarse con menos, y la disminución en el gasto es probable que haga la recuperación económica aún más incierta.

Entonces, ¿qué ocurrirá: desempleo o empleo total? De capital importancia es el crecimiento del desempleo a largo plazo. Cerca de cuatro de cada diez de los desempleados - unos 6 millones de norteamericanos - han estado sin trabajo por 27 semanas o más. Ese es el nivel más alto desde que se inició este registro en 1948. Estos trabajadores podrían perder sus destrezas; y muchos tenían pocas destrezas para empezar. Igual de preocupante es la caída de 1.5 millones en la fuerza de trabajo civil (que excluye trabajadores desempleados quienes han dejado de buscar trabajo). Esto no tiene precedentes en el período post-guerra. Si se contaran los que han dejado de buscar empleo, la tasa de desempleo sería mucho más alta. Estos desalentados trabajadores representan una reserva de capacidad no utilizada del mercado laboral que se extinguirá sólo con un fuerte crecimiento económico.

Por otra parte, el desempleo estructural en la economía podría no ser tan problemático como se teme. La disminución del empleo en manufactura, la construcción y el sector financiero en la actual recesión representa aproximadamente la mitad de los 8 millones de trabajos que se han perdido. A pesar de que la mayoría de los puestos de trabajo perdidos en esos sectores están perdidos para siempre, otras pérdidas parecen ocurrir en sectores más cíclicos - tales como las industrias de servicio que tienen mayores probabilidades de recuperación junto con la economía en general. Añada a eso el incremento neto en los trabajos de salud, educación y gobierno y la brecha del empleo parece un poco menos amenazadora.

Pero esto es asumiendo que los sectores cíclicos, tales como el comercio al detalle y el ocio, realmente se recuperarán junto con el crecimiento económico. Esto podría no ser el caso. En la década pasada, los trabajos en las ventas al por menor y el entretenimiento fueron en gran parte sustentados por el endeudamiento de los hogares. No sólo es muy poco probable que después de la recesión surja una nueva ola de préstamos, sino que la reducción del endeudamiento de los hogares no está cercana a completarse según un nuevo estudio de McKinsey. Habiendo gastado más de lo que tenían en la década anterior, los norteamericanos tendrán ahora que gastar menos de lo que producen a fin de disminuir sus deudas. Esto resultará en una fuerte restricción al crecimiento del empleo en los sectores cíclicos.

¿Podría el aumento del ingreso compensar la disminución del consumo? Desafortunadamente el débil mercado laboral continuará restringiendo los niveles salariales. Hay seis norteamericanos desempleados por cada oferta de trabajo, y la competencia por las oportunidades de empleo se está haciendo más intensa, no menos, a pesar de la reanudación del crecimiento.

La abundancia de la oferta de trabajadores disminuye el incentivo para que las firmas empleen con rapidez, y le permitirá a las empresas pagarles menos a los trabajadores calificados. El año pasado los ingresos reales disminuyeron y es poco probable que experimenten un crecimiento acelerado muy pronto.Los crecientes sectores de salud y educación, con requisitos de personal altamente calificado, pueden absorber un número limitado de empleados por año, y ningún otro sector promete un crecimiento sostenido del empleo. Sin un crecimiento del empleo, el endeudamiento de los hogares continuará siendo un problema, deprimiendo el gasto y el empleo.

La falta de empleo es una trampa de la que la fuerza laboral norteamericana no podrá escaparse muy pronto. La abundancia de la oferta de trabajadores disminuye el incentivo para que las firmas empleen con rapidez, y le permitirá a las empresaspagarles menos a los trabajadores calificados.

© 2010 The Economist Newspaper Limited. All rights reserved. De The Economist, traducido por Diario Libre y publicado bajo licencia. El artículo original en inglés puede ser encontrado en www.economist.com

Grecia en Crisis

Grecia en crisis
Gustavo Volmar, Periodista Diario Libre

La Unión Europea es un club exclusivo al cual países como Turquía, Ucrania y Serbia aspiran ingresar, sin haberlo logrado hasta ahora. Pero dentro de la Unión Europea hay otro club, aún más reducido, formado por los países que han cumplido con los requisitos para usar al euro como moneda. Grecia es uno de ellos. Una crisis en un miembro de la Unión es una inquietud para todos los otros. Pero una crisis en un miembro de la zona del euro es una amenaza para los demás integrantes de la zona.
Grecia enfrenta una crisis derivada de un déficit fiscal del 12.7% del PIB y una deuda pública equivalente a 120% del PIB, con vencimientos de 54 mil millones de euros en el 2010. Presionada por los demás miembros, Grecia presentó un plan de austeridad, aprobado ayer por la Comisión Europea, que involucra la congelación de los salarios en el sector público e incrementos en los impuestos a los combustibles. Miles de agricultores están bloqueando carreteras en demanda de subsidios y los empleados públicos están preparando una huelga para oponerse a las medidas.
El ministro de finanzas griego ha dicho que otros países de la zona, como España y Portugal, tienen los mismos problemas y serán los próximos en entrar en crisis, por lo que el problema no es sólo de Grecia sino de toda la zona, y añadió que Grecia ha sido víctima de un "ataque especulativo sin precedentes", que ha elevado el costo de su deuda pública. Ha sugerido una emisión conjunta de bonos de la zona del euro, a lo que se oponen los países con economías fuertes, como Alemania, Francia y Holanda.El ministro de finanzas de Portugal, cuyo déficit de 9.3% del PIB es también alarmante, declaró sin embargo que los problemas de su país eran diferentes a los de Grecia y descartó la posibilidad de aumentar impuestos. España, con un 19% de desempleo, tiene un déficit aún mayor que Portugal, 11.4% del PIB.

Ayudando al vecino en su momento de necesidad

La República Dominicana y Haití. Un receso en toda una historia de desconfianza.

Apenas dos días después del terremoto de Haití, Leonel Fernández, el presidente de la vecina República Dominicana, ordenó que un helicóptero le transportara al otro lado de la frontera para una visita no anunciada. Estaba preocupado porque su contraparte y amigo, René Préval, estaba todavía incomunicado. Lo que hace significativo este gesto de vecino es que los dos países que comparten la isla de la Española, por largo tiempo han estado divididos por una suspicacia mutua. Durante un período presidencial anterior, en la década de los 90, Fernández fue el primer presidente dominicano en visitar Haití en 60 años.
Leonel Fernández dijo que encontró a Préval solo, en una pequeña y oscura oficina trasera en una estación de policía cerca del aeropuerto. Ellos hablaron de cómo la República Dominicana podía ayudar. Y lo ha hecho, y mucho. Equipos de dominicanos, entre ellos de ingenieros, técnicos en telecomunicaciones y de la Cruz Roja estuvieron entre los primeros en unirse a las labores de rescate. Fernández despachó 15 cocinas móviles para proporcionar comida caliente a los supervivientes. Ahora está enviando 100 autobuses usados, reacondicionados con escritorios y butacas para que sirvan como escuelas temporales. Equipos de salud están atendiendo a los supervivientes del terremoto en un hospital improvisado en Jimaní, en la frontera. Víctor Atallah, un cardiólogo dominicano, está construyendo una clínica de rehabilitación en Jimaní donde tiene planes de colocar prótesis a los amputados.
La desconfianza entre los dos países data de mucho tiempo atrás. Los dominicanos obtuvieron su independencia en el 1844, no directamente de España, sino de Haití, que había ocupado la isla completa después de su propia rebelión contra Francia. A los niños dominicanos se les enseñan las atrocidades cometidas por los haitianos durante ese período. Los haitianos recuerdan que Rafael L. Trujillo, el notorio dictador dominicano, ordenó la masacre de todos los haitianos que habitaban en la República Dominicana. Más recientemente, los haitianos migrantes cortadores de caña han sufrido abusos. Algunos dominicanos (que son en su mayoría mulatos) muestran una actitud racista hacia los haitianos mayormente negros. A pesar de que su población es casi igual (cerca de 10 millones en cada país), la República Dominicana es el doble de grande y seis veces más rica, con industrias exitosas de turismo y manufactura. Haití ya estaba sobrepoblado aún antes del desastre. Muchos dominicanos temen una avalancha de migrantes ilegales a menos que la reconstrucción sea rápida y eficiente. En junio, Leonel Fernández servirá de anfitrión en una conferencia de donantes en Santo Domingo. Hay un comprensible interés personal en su admirable solidaridad.

© 2010 The Economist Newspaper Limited. All rights reserved. De The Economist, traducido por Diario Libre y publicado bajo licencia. El artículo original en inglés puede ser encontrado en www.economist.com